12 de abril de 2014

Los peligros de la grasa abdominal

Es común que a partir de la adultez, mucha gente comience a desarrollar una “pancita” que puede ir creciendo si no se hace nada al respecto. Pero, ¿cuáles son los peligros de la grasa abdominal para la salud?
Por supuesto que cualquier acumulación de grasa, sea en la parte del cuerpo que sea, acarreará problemas que abarcan no solo la cuestión estética, sino que pueden incluir también enfermedades de tipo cardiovascular y otros muchos trastornos físicos.
Sin embargo, hay un tipo de grasa que, a raíz de diversos estudios científicos, ha adquirido un triste protagonismo por los peligros que conlleva: la grasa abdominal.
Antes de empezar, vale aclarar que si bien los riesgos se presentan para ambos sexos, los hombres son más propensos a desarrollar grasa en el abdomen ya que, por sus características hormonales, en las mujeres la adiposidad se concentra mayormente en la zona de la cadera y no en la cintura.

Cómo se calcula el índice cintura-cadera

Los estudios han establecido que la relación cintura-cadera no debe ser mayor, en mujeres, de 0,8; y no tendría que superar 1,0 en varones. Dicho valor se obtiene dividiendo el perímetro de la cintura por el de la cadera. Por ejemplo, la circunferencia de cintura en un hombre podría ser, como máximo, igual a la de su abdomen; si el abdomen es más grande, se entra en la zona de riesgo.

Grasa abdominal
Si el perímetro de la cintura supera al de la cadera, debe encenderse la alarma.

Qué puede desencadenar la grasa abdominal

Se ha comprobado que existe un vínculo estrecho entre este flagelo y las enfermedades circulatorias, sin olvidar la diabetes de tipo 2.
Para poner el asunto en números, se ha determinado que la grasa abdominal aumenta de dos a cuatro veces la probabilidad de adquirir falencias cardiovasculares. Entonces, es importante que la “pancita” simpática —aquella que muchas mujeres suelen halagarles a sus maridos— pierda tal simpatía y comience a ser vista con recelo, debido a la relación que los científicos han establecido entre la grasa abdominal y numerosas enfermedades.
Un dato más que interesante desprendido de las investigaciones indica que esto se da independientemente del peso del paciente. Es decir que una persona con contextura delgada pero con panza (y, por qué no, con un índice de masa corporal normal) tiene las mismas posibilidades de sufrir este tipo de enfermedades que un obeso. En otras palabras, no es un tema estrictamente vinculado con el peso ni la contextura de la persona, sino con la distribución de la grasa en el cuerpo.

Otros peligros

La grasa abdominal se asocia con alteraciones del colesterol, pues aumenta el llamado colesterol malo y reduce el bueno; sube los valores de presión arterial, genera inflamaciones en los vasos sanguíneos e incrementa la cantidad de triglicéridos en sangre.
Por otro lado, la adiposidad abdominal está relacionada con la diabetes de tipo 2; esto obedece a que la grasa ubicada en esa zona impide la segregación de la adiponectina, una hormona que contribuye con la acción de la insulina; sin mencionar que estas acumulaciones de grasa dañan al páncreas, el órgano encargado de producir esa sustancia.
Además, según la Academia Americana de Neurología, la presencia de grasa abdominal en una persona de 40 años triplica el peligro de sufrir demencia a los 70. También se vinculó esta adiposidad con un mayor riesgo de padecer osteoporosis, asma, migrañas e incluso cáncer colorrectal.

Cómo evitar la grasa abdominal

Un modo de vida sano es la mejor manera de evitar los peligros de la grasa abdominal. La práctica habitual de ejercicio —incluso caminatas— será de gran ayuda para bajar de peso en general; si la grasa se ha acumulado solo en la cintura, un profesional del fitness podrá indicarnos ejercicios localizados.
Claro que no debemos poner al margen los hábitos alimenticios. Reducir el consumo de grasas saturadas; elegir el agua por sobre los refrescos con azúcar, ingerir más frutas y hortalizas,  son algunas de las claves para vernos y sentirnos mejor; y en primer lugar, para evitar las posibles consecuencias de la grasa abdominal.

Hoy en la Salud, Actualizado el: 4/12/2014


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