25 de febrero de 2014

La pediculosis: un problema de verano

Uno de los planes más frecuentes en las épocas de altas temperaturas consiste en acudir a piletas o balnearios en busca de un buen refresco.
Es sabido que estos ámbitos son de los más propicios para contagiarse piojos, lo que recibe el nombre de pediculosis.
Los piojos son parásitos que no pueden vivir en otro lugar que no sea la cabeza del ser humano. Sí, aunque parezca raro, no sobreviven entre los pelos de ninguna otra especie viviente. Y si bien ningún grupo etario está a salvo de la pediculosis, los niños de entre 4 y 12 años son los más afectados; y de ellos, es peor la situación de las niñas, por el largo de su cabello.
Uno de los mitos con respecto a los piojos es que son capaces de saltar y, así, pasar de cabeza en cabeza. Lo cierto es que el único medio de contagio es el contacto directo, o bien el uso compartido de toallas, cepillos o hebillas.


Actuar antes de que sea tarde

Resulta necesario atacar el problema ante las primeras señales de picazón, pues las hembras ponen alrededor de diez huevos por día por un período de hasta un mes. El panorama se agrava si consideramos que nueve de cada diez liendres son hembras, por lo que el crecimiento puede ser exponencial en muy poco tiempo. En otras palabras, potencialmente, un niño con diez piojos hembra en la cabeza podrá albergar casi mil de estos parásitos en un mes.
Está claro que la picazón no es ni por asomo el principal problema que generan los piojos; es apenas el síntoma más visible. Es que, producto del rascado, el cuero cabelludo puede resultar lesionado, desencadenando infecciones y lesiones de diversa gravedad.
Sin dudas, como siempre decimos, es primordial la visita a un profesional médico ––en este caso, dermatólogo––, quien nos ofrecerá un correcto diagnóstico del problema e indicará medicamentos específicos más efectivos que las conocidas lociones.

Qué hacer para evitar el contagio

Ahora bien, ¿qué podemos hacer para no convertirnos en víctimas de esta molestia?
Para aquellos que tienen el cabello largo, se recomienda usarlo recogido; en segundo lugar, revisar el pelo a diario, poniendo especial atención en las zonas de la nuca y las orejas, donde los piojos suelen concentrarse. Por supuesto que es desaconsejable compartir peines o toallas.

Si se sabe que una persona padece pediculosis, lo mejor es quitar las sábanas de su cama ––como así también la ropa que usa para dormir––, lavarlas con agua caliente y colocarlas en una bolsa de cierre hermético por dos o tres días.

Hoy en la Salud, Actualizado el: 2/25/2014


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